Bolas chinas: Mito o realidad

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Qué son las bolas chinas y para qué sirven? 

Lo primero es dejar claro que no son una herramienta para proporcionar placer, al menos, no placer sexual directo. Y es que la vagina carece de terminaciones nerviosas, excepto en su parte más externa, con lo cual, cuando están colocadas, es muy excepcional que produzcan placer.

Las bolas chinas tampoco son la solución a todos los problemas de suelo pélvico; ya que, para aquellas mujeres con hipotonía, puede resultar absolutamente frustrante e incluso llegar a ahondar en una depresión postparto, comprobar que no son capaces de mantenerlas ni siquiera un minuto. En estos casos, su uso está contraindicado, así como para las mujeres con vaginismo, que no podrían conseguir colocárselas. Es por eso siempre aconsejamos acudir a un especialista para encontrar un diagnóstico acertado y un tratamiento personalizado a cada caso.

Las bolas chinas, bolas de geisha o Ben Wa, a pesar de su nombre, no tienen su origen realmente en China, sino en Japón, aunque no hay evidencias fiables. Son mecanismos formados normalmente por una o dos bolas unidas por un cordón, en cuyo interior se encuentra otra bolita más pequeña que choca contra las paredes de la bola que la contiene al llevarlas colocadas, al andar o al estar en movimiento.

Hay mujeres que notan perfectamente cómo vibra la bolita dentro de la esfera que la contiene cuando se mueven llevándolas puestas. Otras personas debido a la debilidad de sus músculos de su suelo pélvico o a que las bolas están colocadas en el tercio medio o superior de la vagina, que carece de sensibilidad, no notan la vibración de la bolita interior de las bolas chinas, pero esto es muy frecuente y no significa que no estén siendo eficaces.

La vibración que produce el choque de la bolita interior de la bolas chinas contra las paredes de la vagina provoca una contracción involuntaria y continua de los músculos que la rodean, aumentando la circulación sanguínea, la lubricación y el tono muscular. No es más eficaz usar dos o más bolas al mismo tiempo, ya que puede resultar molesto en mujeres con el cuello del útero más bajo. 

Para que el uso de bolas chinas sea efectivo es imprescindible moverse al llevarlas colocadas, para que la bolita de su interior se mueva y choque contra las paredes de la vagina provocando su contracción involuntaria.

Si además, practicas ejercicios de Kegel o contracciones voluntarias del suelo pélvico estarás no sólo entrenando el tono, sino también la fuerza de esta musculatura.

Beneficios de las bolas chinas

Parece demostrado que el uso continuado de bolas chinas aporta beneficios a las mujeres adultas y sanas que las usan, ya que ayudan en gran medida a mejorar el tono de los músculos del suelo pélvico, aumentar la irrigación sanguínea y a mejorar la lubricación natural de la vagina. De esta manera, con su uso continuado en el tiempo lograremos una mejoría considerable en la calidad de las relaciones sexuales.

Esto se traduce en orgasmos más largos e intensos y recuperación de la sensibilidad sexual cuando, por ejemplo, la hemos perdido tras un parto largo o traumático con fórceps, episiotomía… Así mismo, un suelo pélvico tonificado y fortalecido ayudará a evitar incontinencias urinarias y disminuir en algunos casos el riesgo de prolapso.

Los músculos del suelo pélvico son bastante agradecidos y en cuanto comenzamos a trabajarlos con cierta continuidad sus beneficios llegan muy rápidamente. Siempre que seas constante con tu rutina durante unos 15-30 minutos diarios, deberías empezar a notar sus beneficios en menos de un mes.

Bolas chinas para el suelo pélvico

Como terapia preventiva cualquier mujer adulta, sana y con un mínimo de fuerza en sus músculos pélvicos podría usar unas bolas chinas, especialmente si planea quedarse embarazada o tras haber pasado por uno o varios partos, mujeres con sobrepeso u obesidad, mujeres que quieren prevenir prolapsos, que practican habitualmente deportes hiperpresivos o de impacto, cantantes, mujeres con estreñimiento crónico, aquéllas que cargan peso de manera habitual, antes y después de pasar por una cirugía genitourinaria o pélvica, etc.

También se pueden usar las bolas chinas como terapia de mejoría de los siguientes síntomas y siempre que se haya consultado previamente con un especialista:

Incontinencia urinaria de esfuerzo, incontinencia urinaria mixta, fortalecimiento del suelo pélvico tras el parto y como tratamiento de disfunciones sexuales provocadas por la debilidad de los músculos del suelo pélvico.

Cómo usar las bolas chinas

Puedes comenzar usando una bola más grande de poco peso y seguir con otra bola más pesada, luego dos, otras más pequeñas y más pesadas… hasta agotar las posibilidades que te ofrezca el pack que hayas comprado. Si quieres saber cómo ponerse las bolas chinas, ten en cuenta que deben quedar insertadas aproximadamente en el sitio donde se colocaría un tampón, procurando que el cordón sobresalga ligeramente de la vagina para facilitar su extracción. Se recomienda el uso de un poco de lubricante de base acuosa o gel hidratante para hacer más cómoda su inserción. Una vez colocadas, ponte de pie y comienza a andar y a moverte. La gravedad y tus músculos harán todo el trabajo.

Cuánto tiempo se usan las bolas chinas

Normalmente, se suele empezar durante 10-15 minutos diarios para ir aumentando progresivamente hasta llegar a dos o tres horas diarias. Más tiempo no es necesario y además podría no ser tan beneficioso. Si no eres capaz de mantenerlas en su sitio, puedes volver a colocarlas las veces que sea necesario o incluso usarlas tumbada e intentar contraer los músculos del suelo pélvico para evitar que salgan mientras tiras del cordón de extracción.

Lo ideal, en casos de tanta debilidad muscular, es que comiences con una rutina de ejercicios de Kegel. Después, una vez hayas tomado conciencia de los músculos del suelo pélvico y sepas localizarlos y contraerlos de manera independiente, podrás plantearte continuar con el uso de bolas chinas según tus músculos vayan adquiriendo progresivamente más fuerza y tono.

Sólo colocándolas y manteniéndolas mientras estamos en movimiento ya estaremos aumentando el tono de nuestro suelo pélvico. Si, además de llevarlas puestas, realizamos una rutina de ejercicios de Kegel, estaremos no sólo aumentando la tonicidad, sino también la fuerza de nuestros músculos de suelo pélvico. Contrae y eleva, mantén la contracción, suelta la contracción, descansa y relaja.

Con esto, creo que ya ha quedado claro qué son las bolas chinas y para qué sirven, ¿verdad? No obstante, siempre son bienvenidos todos los comentarios, experiencias, dudas o preguntas que queráis compartir con nosotras y que intentaremos resolver lo mejor posible. También, le recordamos que toda la información que ofrecemos tiene un mero carácter divulgativo y en ningún caso y bajo ningún concepto pretende sustituir los consejos de un profesional sanitario sobre la condición física única y particular de una determinada persona.

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